Basado en hechos reales: La teoría del efecto animadora
viernes, junio 05, 2015
Si hemos conocido a un sabio en los últimos años, ese ha sido sin dudarlo, Barney Stinson. Barney nos ha aportado sus conocimientos, en todos y cada uno, de los capítulos de la serie Cómo conocí a vuestra madre. Pero después de vivirlo en primera persona, me quedo sin dudarlo con: el efecto animadora.
El efecto animadora dice que a las personas las vemos más atractivas cuando están en grupo.
¡CIERTO!
Y es que hay un estudio de la Universidad de California, que avala esta teoría y explica que en todas las entrevistas que hicieron, los entrevistados puntuaban con mayor puntación a una persona cuando la veían en una foto rodeada de gente que en una foto en la que salía esa persona, sola.
Pero no hacen falta estudios de universidades que lo desmuestren. Hace unos días, estaba compartiendo una cena con familiares, tanto chicas como chicos. En mitad de la cena, un grupo de chicos extranjeros entró en el local. Todos rubios con ojos claros excepto un par de castaños con ojos marrones. Todo el local se giró a mirarlos porque parecían sacados de una película grabada en un instituto americano.
Se sientan en la mesa de nuestro lado y todos (incluidos los chicos de nuestra mesa) comenzamos a hablar sobre lo ideales que eran. "Mira qué mono ese", "Mira qué mono aquel"... Hasta que mi primo, dijo: BASTA.
No fue un "basta" de estoy aburrido de escuchar vuestros comentarios, porque a él era el primero que le gustaban los rubios, fue un "basta" de decepción, un "basta" de vivimos engañados, un "basta" de "No a los grupos", un "basta" de Barney: SIEMPRE TIENE RAZÓN.
- Joder, ¿no os dais cuenta que vivimos engañados por los grupos de guapos que son feos?
Con el par de botellas de vino que nos habíamos vivido la conversación nos parecía la mar de interesante. Mi primo prosiguió:
- Ya lo decía Barney, la gente en grupo parece más guapa, pero analicemoslos de uno en uno: el rubio primero tiene más entradas que el Alcampo, el segundo lleva mechas, el tercero lleva calcetines con las sandalias, el cuarto tiene unas orejas que parece que va a despegar, el quinto lleva una camiseta de tirantes con ocho tallas menos, el sexto tiene pinta de que le gusta poco ducharse, el séptimo todavía no ha superado el acné de la pubertad y el octavo necesita comerse tres bocadillos de panceta y ponerse piedras en los bolsillos para no salir volando.
No es que mi primo sea un Adonis que se sintiera poseedor de la belleza absoluta, es que según sus palabras: SE SENTÍA VÍCTIMA DEL EFECTO ANIMADORA.
- No quiero que paséis por lo que yo pasé. Yo también vi un grupo de chicos guapos y besé. Acabé besando a un guapo-feo encubierto en un grupo. Cuando fuímos a la barra a pedir una copa, el 8 se convirtió en un 4 y Barney apereció de la nada y se puso en mi hombro con cara de: no digas que no te lo avisé.
Pero después de esta conversación tan trascendental con mi primo aprendí una cosa: SAL SIEMPRE EN GRUPO. Que el efecto animadora, nos pille confesados...
3 comentarios
jajajaja Yo nunca lo he vivido en primera persona el efecto animadora, pero sí que es verdad que las teorías de Barney son demasiado buenas y muy reales!
ResponderEliminarJajajajaja! Que buenísimo! Me encanta el efecto animadora, jajajajaja!
ResponderEliminarBesitos
Elena
jejeje Me ha encantado el post!!!! no había oído hablar del efecto animadora, pero sí que es verdad!!! jajajaja
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