Basado en hechos reales: Las cosas que no dices...
sábado, octubre 03, 2015
Las cosas que no dices se olvidan, las cosas que no dices se pierden, las cosas que no dices se acumulan, las cosas que no dices se borran, las cosas que no dices se malgastan, las cosas que no dices se atascan, las cosas que no dices se enquistan, las cosas que no dices se atragantan...
Las cosas que no LE dices se olvidan, las cosas que no LE dices se pierden, las cosas que no LE dices se acumulan, las cosas que no LE dices se borran, las cosas que no LE dices se malgastan, las cosas que no LE dices se atascan, las cosas que no LE dices se enquistan, las cosas que no LE dices se atragantan...
Pero a veces las cosas que nos callamos se necesitan, se esperan, se quieren, se anhelan, se desean, se buscan, se provocan, se sueñan. O quizás no, quizás la otra persona no lo necesita, no lo espera, no lo quiere, no lo anhela, no lo desea, no lo busca, no lo provoca, no lo sueña ¿y?
Y qué más da si la respuesta es no, qué más da si no somos el "sí" de alguien. Lo que está claro es que no quiero ser la duda de alguien y por supuesto, no quiero ser mi propia duda. No quiero, no quieres. No quieres miles de obras de teatro frente a un espejo echándole los cojones que no eres capaz de echarle cuando está delante. No quieres preparar más guiones esperando que se de el momento perfecto en el que todas las piezas del puzzle encajen y tú estés ahí para verlo. No quieres soñar con la escena de vuestras vidas en la que reunirás el valor necesario para decir lo que sientes y que seréis felices y comeréis perdices. No quieres ser un cobarde más que se atragantó con lo que sentía.
Porque llegará el momento y te temblarán las piernas, llegará el momento y te temblará la voz, porque llegará el momento y te temblará hasta el alma, ¿pero y si por un momento fueses el "sí" de alguien? ¿Y si por un momento fueras la duda de alguien?
Perdemos tanto tiempo imaginado lo que los demás puedan pensar de nosotros, que nos hemos acabado volviendo una estación de tren sin trenes, sin trenes porque los hemos dejado todos pasar, porque hemos preferido ser estación de paso antes que estación de llegada. Pero tú quieres ser la llegada, tú quieres ser una estación con viajeros, tú quieres ser el destino del viaje de alguien. Y te aseguro que practicando delante de un espejo o imaginando cuando te vas a dormir todo aquello que dirías, no conseguirás nada. Seguirás siendo estación de paso. Seguirás siendo esa persona que no fue capaz de tener cojones y decir lo que sentía o lo que se le pasaba por la cabeza.
Porque llegará un momento en el que reunirás el valor para decirle a alguien todo lo que se te estancó, todo lo que guardaste en la punta de la lengua, esperando esa señal que todos esperamos. Esa señal que nos haga pensar que somos el "sí" de alguien. Pero joder, deja de esperar una pancarta con un cartel luminoso que diga: adelante. Juégatela, los carteles luminosos con un adelante solo aparecen cuando ya se ha prendido fuego, pero es que antes del fuego estaban las chispas y ahí no hay señales. Hay un "juégatela" que si sale mal tienes toda la vida para cicatrizar. De lo contrario, callando todo lo que ansias decir, lo único que haces es retirarte de la partida antes de tener el primer rasguño. Está claro que no quiero ser de ese tipo de gente, quiero ser de los que acaben el juego lleno de heridas y cicatrices pero que cuando vuelva la vista atrás piense: Mereció la pena.
Porque como alguien dijo una vez: Échale huevos, que la vergüenza dura una hora y la duda toda la vida...
3 comentarios
💖💖💖💖
ResponderEliminarEstef te quiero!! Me emocionas e inspiras!!
que bonito!
ResponderEliminarMe encanta y que real... al menos en mi caso..... jolin! voy aprendiendo, pero me cuesta! arfff
ResponderEliminarComo dices, en cierta forma si que arriesgo en mis decisiones pero al momento de hablar, como dices, tantas y tantas cosas que uno traga.............