Basado en hechos reales: ¿Nos conformamos con lo que tenemos?

sábado, octubre 10, 2015

La gente solo necesita dos cervezas para acabar soltándose. A veces no necesitan ninguna. A veces tenemos tantas ganas de soltar algo que en el primer momento de confianza, tomamos carrerilla:

Mayte- No me gusta mi trabajo

Carlos - A mi no me gusta mi novia 

Lara - A mi no me gusta mi cuerpo

Yo- Llamadme rara pero ¿habéis probado a cambiarlo?

Carlos- Después de tantos años con ella, no es tan fácil.

Mayte- Y como están las cosas, cualquiera se pone a buscar trabajo

Lara- Yo lo intentaría pero no tengo tiempo y joder el gimnasio es un coñazo

Yo- Ok, pues pasaros el resto de vuestra vida quejándoos  


Así somos. Este es el pan nuestro de cada día. Párate a pensar lo que haces cada día y lo que te rodea cada día ¿cuántas cosas cambiarías? Seguro que más de las que pensabas. El problema es que hemos aprendido a vivir conformándonos con lo que tenemos, se nos ha olvidado que la vida es una y no veintiuna y hemos preferido conformarnos antes que reinventarnos. Las personas tienen miedo a los cambios, nunca he entendido el motivo. Creo que nos educan en la comodidad, en los típicos estándares de felicidad: ten un trabajo, un coche, una casa, cásate y forma una familia. Nos han hecho ver que hay que amoldarse a las circunstancias que nos tocan vivir y no salirse de ellas. Porque salirse de ellas es una maldita locura…

Y me pregunto si es mejor vivir en esa comodidad, vivir en el conformismo que nos hace ser “felices sin más”, pero que realmente no es una felicidad real, es una felicidad conformista. Cuánta gente se levanta cada día para ir a su trabajo sintiendo que va al mayor de los infiernos, cuánta gente se levanta por las mañanas y tiene a su lado en la cama a alguien que no le hace vibrar, que más que mariposas en la tripa lo que tiene son piedras que les hace arrastrarse en círculos en una relación sin sentido y cuánta gente no se levanta y se mira en el espejo pensando que está demasiado delgado, demasiado gordo, demasiado débil, demasiado blando. Pero es más fácil darse la vuelta y sentarse en el sofá a ver la vida pasar y a quejarnos de algo que ni siquiera hemos tenido el coraje de intentar cambiarlo. 

Prefiero la maldita locura, prefiero vivir en el caos, prefiero los cambios. No entiendo el miedo a los cambios, a veces son lo que necesitamos. A veces vivimos en un bucle al que le hemos cogido cariño aun sabiendo que ahí fuera nos esperan oportunidades con las que no solo tenemos que limitarnos a soñar con ellas sino que hay que echarle cojones e intentar conseguirlas. 

Como dice la canción: Go big or go home. No te conformes con lo que tienes si sabes que no te llena. Confórmate con vivir al cien por cien, confórmate con dejarte la piel en cada momento, confórmate con apostarlo todo a la gente, confórmate con la locura, confórmate conque te duela la tripa de reír, confórmate con enamorarte tanto que duela, confórmate con un trabajo que te guste tanto que sientas que no trabajas, confórmate con abrazos que te rompan hasta el último hueso, confórmate con besos de película, confórmate con una vida caótica que te haga llegar a la meta lleno de cicatrices pero que cuando valores todo lo que hayas vivido, pienses: no podría haberlo hecho mejor. Porque la magia ocurre fuera de nuestra zona de confort.
                               
                                     Porque ya está bien de dejar para otro momento lo bueno... 

**Basado en hechos reales de la semana pasada: Las cosas que no dices...

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2 comentarios

  1. Yo tengo cosas que cambiaría, por supuesto, pero por diversos motivos no lo hago o no puedo hacerlo. Lo bueno es que esas cosas no me impiden ser feliz, es decir, si cambian genial, pero si no soy feliz igualmente. Eso sí, en el momento en el que apareciese algo que me impidiese ser plenamente feliz sin duda le pondría remedio. Quizá solo tengamos esta vida y hay que aprovecharla.
    Un besazo!

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  2. Tengo que hacerte caso hay un par de cosas por cambiar!!

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