Basado en hechos reales: "Personas que"

Maleta cerrada, esta vez ha sido menos difícil. Odio hacer maletas con ropa de invierno, así que esto de meter solo bikinis, ha sido coser y cantar. He metido una chaqueta por eso de si alguna noche refresca en el Caribe, aunque no tiene pinta.

Miro el reloj y en cinco horas sale mi vuelo, estoy nerviosa, cosa que solo me pasa la noche antes de que vengan los Reyes Magos o cuando el pizzero se retrasa. Me siento delante del ordenador, ojeo un par de emails e intento buscar algo en Netflix que consiga hacerme dormir. Es inútil. Así que me levanto de la cama, me hago un té chai con vainilla -que me recuerda a personas bonitas- y me pongo a pintorrejear mi cuaderno. Pienso en esa historia que nos rozó de cerca, la de una chica que discutió con su hermano y estuvo meses sin hablarle. Una discusión estúpida pero que hizo que ninguno de los dos diera el paso de pedir perdón. Un día le llamaron, él había muerto en el mar. Ahora se arrepiente cada día de haber dado prioridad a su orgullo antes que a su hermano. En ese momento, me acuerdo de por qué no me gusta ser orgullosa. Quién sabe qué pasará mañana.

Y mientras seguimos sin saber qué puede pasar mañana, me da por pensar en lo que pasa hoy. Me da por pensar que hay personas que aparecen un día en tu vida, sin más. Personas a las que quizás nunca te hubieras imaginado haciéndoles un hueco. Personas que en algún momento te alegraban, nada más abrir el ojo, cuando lo único que querías era seguir durmiendo. Personas que murmuran tu nombre en bajito hasta sacarte de quicio. Personas que tienen la capacidad de quitarte la sonrisa o ponértela. Personas que son todo lo contrario a ti y todo lo que no te gusta pero, que aún sin saber por qué, son un sí. Personas que echan el té en agua fría. Personas con las que, cualquiera que os ve cinco minutos, os dice que tenéis un feeling diferente. Personas a las que les dices que odias que te abracen porque sabes que algún día podrías echar eso de menos. Personas a las que un día matarías pero que al día siguiente te preguntas qué hubiera pasado si no las hubieras conocido. Personas que antes te hacían sonreír con un "buenos días". Personas que se las rifan en todos los gimnasios porque pagan las cuotas y jamás vuelven. Personas que cuando consiguen algo te alegras más que si lo hubieras conseguido tú, pero qué haces como si nada, porque tú madre te enseñó que las palmaditas en la espalda te vuelven débil. Personas que a veces son capaces de alegrarte el día. Personas que se olvidan de todo lo que dicen mientras tú te acuerdas hasta de qué te dijeron el segundo día después de conocerte. Personas que cuando les estás hablando piensas "menuda napia". Personas a las que les dices lo que no quieren oír aún sabiendo que eso acabará en discusión. Personas que sabes que conseguirán todo lo que se propongan porque nunca has visto a nadie con tantas ganas. Personas que sin razón te daban un beso en la mejilla o te decían que hoy estabas guapa. Personas que son tu polo más opuesto. Personas que son el antítesis de tus valores morales pero aún así a veces te hacen replantearte hasta tus principios (aunque nunca lo consigan...). Personas que un día tienen 15 años y tú les estrangularías con tus propias manos. Personas para las que eres su última prioridad mientras que para ti son de las primeras. Personas que llevan colonia de señor mayor. Personas con las que no eres capaz de enfadarte más de diez minutos porque sientes como que te falta algo. Personas que a veces desaparecen y tú las echas de menos. Personas a las que le das mil consejos porque sabes que llegarán lejos. Personas que no sabes cómo aguantas pero que luego echas de menos al minuto dos. Personas con las que te encantaba tener conversaciones. Personas a las que tienes que decirle "lo siento". Personas que te hacen querer tener detalles. Personas que siempre están para todo el mundo. Personas que llevan agujeros en los calcetines. Personas que no se han leído el Principito y no se dan cuenta de la importancia que tienen los ritos para el zorro. Personas que son casa. Personas que, a veces, te rompen los esquemas. Y al final, personas que te merecen la pena.

Pues eso, personas que vienen a hacernos la vida un poco más bonita aunque ellos no lo sepan.

Personas, que esta vez, sí tienen nombre y apellidos.

Hola.