Basado en hechos reales: La jodida calefacción
viernes, noviembre 18, 2016
Hace tiempo alguien me habló de los beneficios de dormir completamente desnudos y me convenció rápido. Son las siete de la mañana y a través del cristal intuyo que el frío de la calle, hoy no va a ser cosa de broma. Duermo con un pie fuera de las sábanas, cosas de familia. Supongo que es como tener un pie en la realidad, saber que no todo es tan bonito y caliente como debajo del edredón. Eso, o una manía estúpida de mi abuela. Pero lo primero suena más poético.
Me levanto de la cama y rápidamente me pongo una sudadera de mi hermano. Abro el armario para buscar algo acorde a los 4 grados que hay en la calle. Pantalones, calcetines, botas, jersey, camiseta de encaje debajo, bufanda, abrigo, gorro... No me queda nada más para taparme. Ahí fuera tiene pinta de hacer el mismo frío que en Siberia, por lo menos si vienes de una tierra donde en enero vas en chanclas.
Y sales a la calle y comienza:
LA ODISEA
La estúpida y terrible
ODISEA
¿Crees que conoces a tus enemigos? ¿tu amiga? ¿tu compañero de trabajo? ¿tu jefa? ¿ese camarero estúpido? ¿la dependienta borde?
NO
Tú peor enemigo es: LA JODIDA CALEFACCIÓN
Entras en el autobús o en el metro con tus sesenta y siete capas de ropa, tu gorro de lana que te tejió tu abuela en el pueblo, la camiseta térmica, las orejeras de lana de ovejas del norte de España, los guantes de Matrix con borrego y así un interminable número de capas. El dicho de "llevo más capas que una cebolla" es totalmente cierto. Total, consigues encontrar tu ticket, te peleas con dos millones de señoras que en la cola han hecho un "me cuelo por la derecha" porque no te vas a dar cuenta y te topas con la típica persona que se sienta en el lado de fuera dejando libre la ventana y mirándote mal cuando le dices que te deje pasar. Llegar hasta ese asiento te ha costado más que a Trump ganarse el cariño de los americanos. Y por fin, pones tu culo en ese asiento del metro o del bus. Suspiras como si hubieras ganado la guerra al mismisimo Hitler y de repente, empiezan las gotas de sudor. Te entran los mil calores, te falta la respiración y empiezas a ahogarte. Te quedan tres paradas para llegar a tu destino y empieza el mayor debate de toda tu vida:
¿Me quito las cinco millones de capas de ropa que llevo para tres paradas que me quedan para llegar?
o por el contrario ¿aguanto estas tres paradas como un digno caballero de la mesa redonda con el abrigo de Jon Snow en Juego de tronos mientras que muero por cocción interna? Mi dilema de todos los inviernos. Morir desnudándome o morir vestida. Difícil decisión.
Llegas a tu parada, te bajas, sales a la calle y de repente estalagmitas en las pestañas, la nariz de Rudolf, los mofletes más rojos que los ojos del Cigala después de salir de fiesta y por fin, entras a una tienda a comprar. Has llegado a tu destino. Y ahí estás tú, mirando a los lados pensando: que alguien acabe con mi vida ya. 40 grados y rodeada de ropa de invierno. Pero ¿quién va a querer comprar ropa de invierno con la calefacción puesta a 40 grados? Si yo cuando entro a Zara lo único que le pido a Dios es que me atraviese un rayo o que me mande un mojito, un buenorro que me abanique y comprarme una colección de bikinis de talla XXXXXXS para que me cubra lo que viene a ser lo mínimo.
JODIDA CALEFACCIÓN
¿Pero quién es la mente pensante que la pone a esa temperatura? ¿la pone alguien sin umbral del dolor? ¿la pone el mismo que ha quitado el día 2 de enero como festivo y lo ha puesto un puto miércoles en marzo? ¿la pone el que inventó la piña en la pizza? ¿la pone el que inventó las bragas beig de algodón? ¿la pone el que decidió que se llevaban las botas blancas? ¿la pone el dueño de las inmobiliarias? ¿la pone el que inventó la frase "piso ideal para estudiantes" o sea cloaca con un baño y algo parecido a una cama? ¿la pone el que inventó el Champín? ¿la pone el que inventó la jornada partida? ¿quién pone la JODIDA CALEFACCIÓN?
¡Ahorremos energía!
¡Atrasemos los relojes una hora
para que nos muramos de asco a las 6 de la tarde!
Pero pongamos la calefacción a 40 grados para exterminar a la raza humana.
Me voy de la vida.
SIN ABRIGO
#LaJodidaCalefacción
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6 comentarios
Buenísimo no, mas que eso. Y además, como la vida misma
ResponderEliminarJajajaja que bueno, totalmente cierto.
ResponderEliminarYo estoy contigo, soy de la tierra de las chanclas y la primera vez que fui a Madrid me pasó eso 😂
ResponderEliminarJajajajaja esto se llama ir con más capas que una cebolla que es lo normal con este tiempo que tenemos.
ResponderEliminarUn beso.
Bienvenida a Madrid. Ciudad de contrastes.
ResponderEliminarjajaja, me encanta
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