Basado en hechos reales: Lo que se supone que está bien
viernes, septiembre 15, 2017
Cerré la puerta con tanta fuerza que el jarrón con flores de la entrada voló por los aires. Era mi manera de decir que se había acabado, de decirme a mi misma que ya nada tenía sentido. Salvo, salvarme. El único sentido que tenía todo aquello era intentar salvarme. Cerrar esa puerta era algo más mental que físico. Porque a veces nada es demasiado. Y ese "nada" ya me había taladrado demasiado la cabeza.
Ilustración de Sara Herranz |
He seguido las reglas una por una, las que se suponía que estaban bien. Las reglas que nos hicieron creer que nos harían llegar al camino correcto. He revisado cada uno de los manuales de moralidad y buenas prácticas para no salirme del tiesto. Hacer lo que siempre se espera de mi. Uno por uno he escuchado los Pepitos grillo que me rodeaban y he acatado los tratados de las buenas maneras como si de la biblia se tratase. Para acabar siendo un reflejo de lo que otros querían que fuese, para hacer lo que se supone que está bien.
Lo que se supone que está bien. Siempre he hecho lo que se supone que está bien. Pero, que está bien ¿para quién?
He reprimido ganas, besos, insultos, caricias, enfados, abrazos, gemidos, mensajes, lágrimas, sonrisas, suspiros...
He reprimido mis ganas de decirle ven, quédate, no te vayas, vuelve, te echo de menos, bésame, abrázame más fuerte...
He reprimido mis sentimientos, mis pensamientos, mis te quieros, mis idas de olla, mis nubes en la cabeza, mis quiero verte ahora.
Lo que se supone que está bien. Siempre he hecho lo que se supone que está bien. Pero, que está bien ¿para quién?
He reprimido ganas, besos, insultos, caricias, enfados, abrazos, gemidos, mensajes, lágrimas, sonrisas, suspiros...
He reprimido mis ganas de decirle ven, quédate, no te vayas, vuelve, te echo de menos, bésame, abrázame más fuerte...
He reprimido mis sentimientos, mis pensamientos, mis te quieros, mis idas de olla, mis nubes en la cabeza, mis quiero verte ahora.
He reprimido quién soy para ser quién ellos querían. He dejado que el miedo ganara la partida por si la caída fuera a ser mortal. Sin pensar que las cicatrices escuecen pero se curan. He vivido en un cuento que alguien que no era yo, había escrito. Sin pararme a pensar cuál quería que fuera mi cuento. He vivido toda la vida buscando las respuestas en los demás, cuando las únicas respuestas las tenía yo misma.
Y así vivimos, a oscuras. Buscando fuera lo que tenemos dentro. Taponando heridas con manos ajenas sin pensar que las heridas empiezan a sanar desde dentro. Buscando quiénes somos en los ojos de otras personas pero sin preguntarnos a nosotros mismos quiénes queremos ser. Hacer lo que se supone que está bien ¿para quién? Lo que se supone que está bien para ti. Porque nadie te lo haya impuesto, porque tú lo hayas elegido. Porque la represión solo conlleva frustración. Y nunca me gustó esa palabra.
Hace tiempo que decidí no guardarme mis ganas, ni guardarme besos, ni caricias, ni abrazos, ni gemidos, ni lágrimas, ni sonrisas, ni mis quiero verte ahora, ni los nunca vuelvas a irte, ni suspiros, ni los ven o quédate, ni los te echo de menos, ni mis sentimientos, ni mis pensamientos, ni mis idas y mis venidas.
Y así vivimos, a oscuras. Buscando fuera lo que tenemos dentro. Taponando heridas con manos ajenas sin pensar que las heridas empiezan a sanar desde dentro. Buscando quiénes somos en los ojos de otras personas pero sin preguntarnos a nosotros mismos quiénes queremos ser. Hacer lo que se supone que está bien ¿para quién? Lo que se supone que está bien para ti. Porque nadie te lo haya impuesto, porque tú lo hayas elegido. Porque la represión solo conlleva frustración. Y nunca me gustó esa palabra.
Hace tiempo que decidí no guardarme mis ganas, ni guardarme besos, ni caricias, ni abrazos, ni gemidos, ni lágrimas, ni sonrisas, ni mis quiero verte ahora, ni los nunca vuelvas a irte, ni suspiros, ni los ven o quédate, ni los te echo de menos, ni mis sentimientos, ni mis pensamientos, ni mis idas y mis venidas.
Hace tiempo decidí no guardarme nada.
Y te juro que la vida, se ve más bonita desde donde la miro ahora...
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1 comentarios
El único dueño de la vida de cualquier persona es uno mismo, porque en esa vida cuando este acabando van a pesar más lo que no has hecho o no por uno mismo. Porque vida solo hay una y hay que aprovechar cada segundo que estamos en ella. Uno puede equivocarse en la vida, caerse mil veces, hacer daño a la gente, decepcionar a otras, provocar el enfado, perder amistades, sentirse en algun momento sol@, pero todo lo malo y todo lo bueno que te vaya pasando en la vida van moldeando lo que finalmente serás, lo que realmente quieres ser y no hay nada mejor que estar orgulloso de un@ mism@.
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