Basado en hechos reales: No caerás en la tentación

No caerás en la tentación. Eso nos lo grabamos bien a fuego, como el abecedario cuando eres niño y empiezas a aprender a leer. Pero solo nos lo grabamos en la mente porque la piel a mí me seguía ardiendo. Y es que han temblado más mis piernas teniéndote cerca, que cualquier terremoto que haya sacudido el mundo.

Ilustración de Harumi Hironaka

No caerás en la tentación. Pero te cuento los lunares cuando me miras y dibujo en mi cabeza líneas que los unen, para crear con tu cuerpo constelaciones. Porque sin saberlo eres como ellas, haces que la vida brille, aunque todo esté oscuro.

No caerás en la tentación. Pero me sé de memoria los pliegues que se forman en la comisura de tus labios cuando sonríes. Y te besaría cada uno de ellos hasta quedarnos dormidos. Y es que el tiempo se para cuando aparece tu risa.

No caerás en la tentación. Pero me quedaría a vivir en tu pecho cuando me abrazas. Como si tenerte cerca fuera sinónimo de "casa". Como si allí pudiéramos estar a salvo. Como si nunca fueras a dejarme caer. Como si pudiera estar siempre a tu lado para levantarte.

No caerás en la tentación. Pero me he perdido en tus ojos demasiadas veces. Esos que a veces me hacen perder la conciencia porque no eres de los que tienen miedo a anclar la mirada. Y la fijas. Y me pierdo. 

No caerás en la tentación. Pero tus manos en mis caderas te aseguro que no ayudan. Como si tus pulgares se hubieran grabado con fuerza en mis huesos. Como si mi cabeza imaginara tus manos en mi cuerpo más tiempo del permitido.

No caerás en la tentación. Pero la puta electricidad se ha quedado a vivir en cada una de mis arterias. Como un okupa que se niega a abandonar la casa que no es suya. Esa puta electricidad que eriza la piel cada vez que me rozas.

No caerás en la tentación. Pero mis sábanas todavía huelen a ti y mi cama grita tu nombre. Como si necesitara hacer una "x" en lado en el que duermes. Como el perro que en la carretera espera a que su dueño vuelva a recogerlo. Como si aquel fuera nuestro territorio inexplorado. 

No caerás en la tentación. Pero he aprendido a leerte entre líneas. He aprendido el significado de cada uno de tus movimientos, como si se tratara de la parte más importante del examen de Ciencias. He aprendido a leerte y siempre acabo buscándote porque eres mi libro favorito.

No caerás en la tentación. Pero tenemos pendiente una partida, un cuento, un beso, un abrazo, un "quédate", un "saldrá mal". Tenemos pendiente una explicación, un orgasmo, un suspiro, un domingo, una caricia. Tenemos pendiente un gin-tonic, un mar, un viaje, una siesta. Tenemos pendiente una serie, un mordisco en el cuello, un repaso de la piel. Tenemos pendiente un momento o mil, una noche, una confesión, un intento, un permiso, una tregua. Tenemos pendiente una pizza, una serie, una manta y un sofá. Tenemos pendiente una historia. Como si necesitara ponerle punto y final al "comerán perdices". Como si supiera que el "serán felices" lo decían por nosotros. 

Déjame caer en la tentación. 

Y no me libres de amar.

 Y amen. 

Sin tilde.

#NoCaerásEnLaTentación