Basado en hechos reales: Sal de la jaula

Faltan varios días para la huelga del 8 de marzo y yo ando preguntando a unas y otras qué harán. Me gusta saber las reflexiones de cada una sobre lo que se avecina. Tengo claro que quiero ir, que quiero hacer huelga pero es una realidad que en mi alrededor se trata con secretismo el tema. Personas a las que tengo como ejemplo, me dicen que me estoy equivocando por seguir una huelga politizada y yo la verdad es que me planteo no hacerla ¿me estaré equivocando? Una compañera me dice que "no soy yo". Que ella creía que "yo pararía". Siempre la he considerado una persona sensata. Mi otro pilar de valores en la empresa, duda como yo. Allí nadie va a parar.

Y entonces entro en una reunión: "Lo vuestro es una huelga de chochitos con pataleta". Primera bofetada de realidad en la cara. "Para qué quieres tener más tiempo para ti si no estás realizada como mujer porque no tienes ni marido ni hijos". Joder. Salgo de la reunión, la miro y ambas decimos: Sí, vamos a hacerla. Por primera vez, aíslo todas las opiniones y me centro en mi corazón. No puedo ser infiel a mis principios. Cuando era más joven alguien me dijo: "Estefanía cuando pienso en ti, siempre te recuerdo luchando por cualquier injusticia. Calladita nunca has estado más guapa".

Y llega el jueves 8 de marzo. Y hago huelga. Y paro. La gente me pregunta si sé que me descontarán dinero de mi sueldo y les contesto que me duelen más mis principios que mi bolsillo. Llego a Colón, desde ahí los coches ya no pueden bajar. Y empiezo la manifestación a contracorriente desde el principio hasta llegar a lo que nunca era un final. Y bajo Castellana sabiéndome fuerte, sabiendo que hemos tomado las calles. Y empiezo a llorar. Veo a las mujeres unidas, veo las principales arterias de Madrid colapsada. No, esto no es política. Esto es feminismo y por primera vez la gente no tiene miedo a decirlo. Encuentro a mis amigas y nos abrazamos. Esto es un momento histórico y nosotras formamos parte de él. Y le escribo una carta a todos aquellos que lo menospreciaron.

"Soy feminista. Con todas las letras. Feminista sin miedo. Sin miedo a decirlo. Sin miedo a posicionarme. Porque no comulgo con los partidos que han politizado esta huelga, pero si con el objetivo de la misma: una sociedad más justa. Porque antes de opinar miré el significado de “feminismo” en el diccionario: actitud que busca la igualdad entre hombres y mujeres. Nada que ver con el machismo: actitud que piensa que el hombre es superior a la mujer. Y entendí que lo contrario a machismo, es hembrismo, no feminismo.

No, la igualdad no es querer ser como los hombres, la igualdad es querer que tengamos las mismas oportunidades. No, la huelga de hoy no es porque odiemos a los hombres. La huelga de hoy es porque no queremos que se nos discrimine por ser mujeres. Tampoco es porque nos creamos mejor que ellos. La huelga de hoy es porque, aún siendo diferentes, somos iguales en equidad.

La huelga de hoy es por mi y por mis compañeras. Pero sobre todo, por tus hijas. Por las hijas de los que me llamaron feminazi, por las hijas de los que me dijeron que hay el mismo número de hombres asesinados a manos de mujeres, por las hijas de los que me dijeron que esto era una huelga de chochitos con pataleta, por las hijas de los que no comprendieron que la huelga de hoy era necesaria. Hoy paro por vuestras hijas. Para que no crezcan en una sociedad de mierda. Lo hago por ellas, para que no tengan miedo cuando vuelven a casa solas, para que no les paguen menos cuando realizan el mismo trabajo que un hombre, para que ser madre no les penalice, para que no tengan que elegir entre ser madre o tener un trabajo, para que no les pregunten qué ropa llevaban después de que las hayan violado, para que con quince años no reciban llamadas anónimas diciendo que sabe qué ropa llevan y dónde están y que van a violarlas, para que no tengan que escuchar comentarios machistas en el trabajo, para que tengan las mismas oportunidades que sus hermanos, para que nadie dude de sus capacidades por ser mujeres, para que en el colegio las eduquen en la igualdad, para que su aspiración en la vida no sea ser princesas y que un principe las rescate, para que no les señalen por no llevar sujetador, para que con un “no” les baste, para que en su entrevista de trabajo no les pregunten si están pensando en quedarse embarazadas, para que nadie las toque si ellas no quieren, para que no las llamen golfas por disfrutar de su sexualidad mientras que a sus amigos les llaman campeones, para que nadie tenga que decidir sobre su cuerpo, para que sepan que pueden llegar a ser directivas aunque ahora seamos una inmensa minoría, para que las tareas de casa sean compartidas, para que no tengan miedo a ser activas sexualmente, para que no les digan que ellas no pueden, para que no mueran a manos de un hombre, para que comprendan que aunque ellas no sufran desigualdades o acoso tienen que solidarizarse con otras mujeres que si lo sufren, para que no las llamen putas por masturbarse, para que no les tenga que doler más su bolsillo que sus principios, para que nadie le diga que esas no son formas de hablar para una señorita, para que entiendan la importancia de la sororidad, para que sean compañeras y no enemigas, para que sus maridos no crean que la cocina es territorio de ellas, para que en su trabajo no les acosen y se mofen de ellas por identificarse como feministas, para que en la cama ningún hombre anteponga su placer al de ellas, para que ninguna religión les avasalle por ser mujer, para que sus amigos no hagan comentarios ofensivos sobre mujeres y el resto de hombres le rían la gracia para sentirse más machitos, para que en la discoteca no les llamen estrechas por no querer que un hombre las sobe, para que no tengan miedo a exigir derechos, para que cuando las asciendan la gente no piense que es porque se han acostado con alguien para estar ahí, para que sepa que somos guerreras no sumisas, para que no tengan que explicar que el feminismo es cosa de hombres y mujeres, para que no tengan que renunciar, para que nunca les penalicen por ser mujer. Para que no tengan que vivir muchas de estas situaciones de mierda, como yo si las he vivido.

Esto es por tu hija, para que ella pueda comerse el mundo. Y que tú y yo, LO VEAMOS."

Porque como dice Bebi:

"Nos ha salido feminista"

NO.

Os he salido 

DE LA JAULA

#SalDeLaJaula

Y por favor no os perdéis esta canción escrita por mi pequeña Natalia Gil y cantada por ella y por su hermana Lucia Gil. Jóvenes como ellas son el futuro que quiero para mi país.